25 años del Santuario ¡La Fiesta de toda una Familia!

Dos relatos y un mismo sentir:

1)

El último domingo, 9 de octubre, se llevó a cabo la fiesta de los 25 años de la bendición del Santuario de Schoenstatt en Mar del Plata. Desde allí,  la Virgen derrama sus gracias a quienes, día a día, se acercan a pedirle, agradecerle o simplemente compartir un momento con su Madre. Ante tal acontecimiento, la fiesta no podía ser menos.

Para una gran fiesta, una gran preparación
Hace muchos meses que conocíamos la fecha de nuestro gran aniversario. Las 12 hectáreas del parque del Santuario iban a estar repletas de gente paseando y disfrutando de un día único… a menos que… ¡lloviera!. La lluvia que comenzó dos días antes, no cesaba, la fiesta debía continuar. El Santuario estaba listo, más hermoso que nunca, con unos arreglos florales impresionantes, la belleza y la buena organización dejaban entrever todo el trabajo previo… Los 25 años estaban en marcha, la gran expectativa había terminado y el momento había llegado…
Los festejos comenzaron el sábado, con una vigilia de adoración eucarística en el Santuario. Toda la Familia estaba participando, jóvenes y adultos.  Cada persona que abría la puerta del Santuario quedaba impactada por el silencio y la sorprendente belleza de lo que se vivía allí.
El domingo, a partir de las 10 de la mañana los visitantes comenzaron a llegar, los miembros de la familia que iban a trabajar en el Santuario se estaban preparando, el clima no daba tregua pero el ambiente era espléndido: alegría, mucha alegría y mucha emoción era lo único que se veía por todos lados. Las primeras palabras con tono emocionante llegaron por parte del coordinador diocesano Alejandro Varela, en el momento del izamiento de las banderas y, minutos después, comenzaban los actos preparados. El Padre Ángel Strada partía de su experiencia, de sus recuerdos, de la invitación del padre Esteban Uriburu para ir por primera vez a visitar a gente de Mar del Plata que tenía tan solo muchas ganas y mucha fe en la firme intención de fundar el Movimiento allí.
“Familia, Santuario, Corazón de las Nuevas Playas”
“El Padre Kentenich fundó el Santuario, y el Santuario lo fundó a él”, con palabras claras, y acordes a un público muy variado, ya que había entre las aproximadamente 200 personas que escuchaban su ponencia, miembros de la Familia, consagrados y también peregrinos que entendieron que la fiesta de su Madre es la fiesta de todos. “Familia, Santuario, Corazón de las Nuevas Playas”, éste era el lema,  y esto se grabó en los corazones de quienes lo escucharon.
Compartir la comida que se había llevado o comprar algo ahí, era lo mismo. Lo que la gente quería, era compartir el momento. El clima de felicidad continuó, y tuvo un aliciente para mejorar. Mientras en la Casa del Peregrinos se comenzaba el almuerzo, en el Santuario, tres integrantes de la Juventud Femenina hicieron su consagración de Miembros y la Mater agradeció esta entrega. Tendríamos que esperar hasta la noche para que apareciera el arco iris, pero la lluvia
cesó… y eso facilitó que la procesión, que comenzaba desde la costa hasta el Santuario, una hora más tarde, aumentara su caudal de gente de forma impresionante. “Comenzamos caminando un puñado de gente y de pronto éramos más de doscientos” se escuchaba de un grupo de jóvenes de la Juventud Masculina mientras se turnaban para llevar a su Madre lo más alto que podían.
«Donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos»
Unos 500 mts antes de llegar al Santuario, la peregrinación tuvo su momento más importante: a la procesión se sumó nada menos que Jesucristo, en el Santísimo Sacramento. Su presencia iluminaba y acompañaba esta fiesta que ya era completa, y aun faltaba muchísimo. Al llegar al Santuario comenzaba la solemne y emocionante Misa, presidida por el obispo de la diócesis de Mar del Plata, Monseñor Antonio Marino.
Quien confesó que  él vivió los cambios y el crecimiento del Santuario de las Nuevas Playas, ya que, como peregrino, todos los veranos al estar de vacaciones con su familia se acercaba caminando en la búsqueda de los consejos y las gracias de la Madre tres veces Admirable.
El Padre Walter, nuestro párroco, y un buen número de sacerdotes diocesanos  se sumaron a los Padres de Schoenstatt Juan Pablo Catoggio, Ángel Strada y Beltrán Gómez para concelebrar. La Sta. Misa se vio engalanada por el debut del coro formado especialmente para la ocasión. Miembros de la juventud y de la Familia de Mar del Plata sorprendieron y emocionaron a todos. Habían comenzado a prepararse muchos meses antes bajo la dirección de Gonzalo Villaseca, uno de los tres novicios que habían estado realizando sus prácticas en la ciudad.
“Bajo una lluvia de pétalos de flores apareció nuestra Madre”
Llegó la noche y los festejos no mermaban. En el colegio Santa Cecilia, ubicado en el centro de la ciudad, se iba a llevar a cabo la otra parte de la fiesta.
Una fiesta totalmente sorpresiva para la mayoría. Las emociones no daban tregua, la bandera nacional hacía su ingreso triunfal y minutos después lo hacían la bandera papal y las banderas que representaban a todos los miembros de la familia. Claro que la estrella principal, la gran invitada, nuestra Madre, apareció bajo una lluvia de pétalos de rosas. Y con ella, ya estábamos todos. Un detalle no menor, la presencia del Padre y Fundador, una figura de tamaño real lo recordaba sobre el escenario.
Otro coro encabezado por Luis Torreani, un video conmovedor  y un espectáculo de luces y sonido hicieron que a más que uno se le cayeran las lágrimas. Culminando con un signo importante, el sello de una alianza presente, el arco iris aparecía en manos de un baile coreográfico, y la frutilla del postre, el himno de la fiesta, “Familia, Santuario, Corazón de las Nuevas Playas” entonado por el coro.  Ya no había entre los presentes persona que no estuviera emocionada.
La cena fue el broche de oro a una fiesta espectacular
Con un fraterno lunch culminó una jornada impresionante, llena de emoción,  en la que hubo lugar para el recuerdo de las personas que trabajaron tanto en estos 25 años. Y porqué no, comenzar a vislumbrar el camino a transitar en el futuro, tal como lo anunció nuestro Padre y Fundador, José Kentenich: “con María, alegres por la esperanza, seguros de la victoria, hacia los tiempos más nuevos.”
El 2014 es el próximo objetivo para la Familia marplatense, la Familia de las Nuevas Playas. Una revista jubilar que engloba lo que fueron estos 25 años, y la presencia de una escultura de la Sagrada Familia de Nazaret en el Santuario, conquista espiritual en este año jubilar, serán los símbolos que nunca nos harán olvidar semejante acontecimiento, los mismos permitirán que renazca el recuerdo de una fiesta que se arraigó fuerte en los corazones de todos los presentes.

2) Júbilo en el Santuario: de Mar del Plata para la Argentina

Fiesta orgánica, fraterna, providencialista, extraordinaria en cada detalle.
Fiesta de una Familia, con la Familia, para la Familia.
Fiesta de oración, de compromiso, de buen gusto.
Fiesta de todas las Ramas y estamentos, de las Acciones y los amigos, de las Hermanas y los Padres.
¡25 años del Santuario de las Nuevas Playas!
Horas de vigilia. La Campaña, la Obra de Familias, las Madres, las Juventudes, todos representados ante el trono de la Madre y Reina Tres Veces Admirable.
Un tiempo para los federados. En la víspera, la cena
riquísima ofrecida por la Región “Presencia del Padre”.
La reflexión profunda guiada por la cálida y lúcida sencillez del Padre Ángel.
La peregrinación hasta la Casa familiar, desafío de los más audaces.
La Santa Misa, presidida por un Obispo que comprende y valora al Movimiento y a nuestro Padre y Fundador como bendición para la Iglesia.
Y la celebración “cultural”. Muestra de un trabajo serio e intenso donde cada participante regaló el fruto de sus aptitudes sin tapar las de los demás.
Y el Ágape accesible y exquisito para el encuentro más espontáneo y gozoso de tantos schoenstattianos, que más que atendidos, fuimos mimados.
Nadie imagine un clima primaveral enriquecido por la apacible belleza del mar y sus playas, al contrario. De todos modos, ante tanta riqueza del espíritu, tenemos que hacer un esfuerzo para recordar ahora el frío, la lluvia y el viento intenso que enmarcaron este jubileo de plata, de Mar del Plata.
La evidencia compartida y destacable: podemos ser y crecer con María, Familia del Padre.
El anhelo: ¡Que tan rica experiencia nos impulse a seguir,
con el Padre, desde los Santuarios, construyendo la cultura de María, la cultura de la Alianza, hacia el centenario, y más allá, mucho más allá!
Y nuestra querida Federación de Familias, muy presente en la organización, ejecución y participación, fiel a su misión.

1 Comment

  1. Querida Familia de Mar del Plata, damos gracias a Dios por regalar a la Iglesia argentina la presencia de la Familia en torno al Santuario de las nuevas playas… que la Mater los siga cobijando, transformando y enviando tan eficientemente y misericordiosamente por muchisimos años más.
    Aprovecho a desearles muy Feliz Nochebuena y Navidad.
    Los Carelli, por el curso XXXII

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