Por Estela y Carlos Moisés (C22).
CELEBRAR Y HONRAR LA VIDA
El fin de semana del 19 al 21 de Agosto, Tanti fue el lugar elegido para que los federados llegando desde los 4 puntos cardinales del País nos encontráramos para celebrar los 40 años de nuestra querida Federación y honrar la vida de la generación fundadora y de las generaciones que elegimos abrazar la misma vocación.
A esta celebración de la Federación Apostólica de Familia Argentina se unió la Dirección internacional con Stefan y María Pelz (Alemania), Martin y Martha Rigler (Austria), Margarita y Alcides González (Paraguay), Raúl y Silvina Viñas (Argentina) quiénes supieron comunicarse con una lengua universal: la de experimentarnos hermanos.
También se hicieron presente por Instituto, Rita y Marcelo Moviglia y por la LAF, Marta y Carlos Gabeta; concretando el anhelo de unidad de la Obra de Familia.
La alegría de celebrar la vida de la Familia fue el “hilo rojo” que atravesó la vida de todos los que llegamos hasta allí, federados y asesores, de los que siguieron la transmisión en vivo del encuentro y los peregrinos de la comunidad del cielo uniendo sus corazones en nuestros corazones al festejo. Podemos asegurar que fue un fin de semana donde hubo fiesta en la tierra como en el cielo.
La alegría del Encuentro fue el denominador común, al igual que la gratitud para con Dios en primer lugar, y para con la Mater, el Padre Fundador y la generación fundadora que abrió caminos y sin mezquindad alguna supo compartir este tesoro.
Tampoco faltó el trabajo en grupos para el futuro de la Fede y las puertas se abrieron de par en par para que todos salgamos a jugar dando rienda suelta al niño que vive dentro de cada uno, que se asoma cuando nos sentimos “en familia” y cuando decimos(expresamos) todos. No quedan dudas que todos estuvimos presentes, en ese jenga que nos permitió confirmar que una Fede se convierte en indestructible cuando se asienta sobre bases firmes (la Mater, la Alianza de Amor, la Fe Práctica en la Divina Providencia, el Santuario, el Padre Fundador y la sabiduría y acompañamiento de todos los Asesores ). Y se sostiene encontrando el equilibrio justo en los ideales que Dios va suscitando en cada curso como respuesta a las necesidades de cada tiempo. Cada pieza es única y necesaria para mantener en pie la construcción y hacer frente a las adversidades.
El fogón del sábado a la noche fue un despliegue impresionante de la diversidad de dones de los federados donde no faltaron cantos, bailes, relatos, cuentos, y “actuaciones estelares” donde cualquier parecido con la realidad fue pura coincidencia.
El stand de los apostolados por Regiones nos permitió tomar una dimensión real y concreta de la diversidad de los campos de acción donde la Federación está presente respondiendo al llamado y a la misión, como así también de los apostolados comunes que comparten las distintas Regiones. Nos atrevemos a asegurar que tanto el Padre como la generación fundadora, festejan con una alegría divina los primeros resultados de “el taller del hombre y la comunidad nueva “que se expresan en la diversidad de acciones que se están llevando adelante por la familia.
La Adoración y cada Misa fueron momentos de Tabor donde cada uno pudo experimentar “Qué bien estamos aquí”. Esta expresión en este tiempo en el santuario de María nos concede la gracia de un encuentro profundo con Ella y a través suyo, con el corazón de Cristo y de Dios. Gracias Padre, por invitarnos a ser parte de la Federación de familias y presentarnos a la Reina, Ella realiza el milagro que hace de nosotros, hijos de nuestro tiempo, hombres y mujeres de fe profundamente anclados en el corazón de Dios Padre.
Y como en toda Fiesta familiar, el Baile no podía estar ausente y la noche de cielo festivo se pobló de estrellas que desplegaron su esplendor en la pista sin barreras de edades, lugares de origen ni género musical logrando que la noche de la Fede Fest 40 fuera mágica e inolvidable.
En el Santuario del Encuentro, nuestro Santuario Federal ,se podían ver reflejado los frutos de la entrega y del SI de los primeros, quiénes aun sin saber bien de que se trataba, fueron tierra fértil para que la semilla de la Federación germinara y floreciera hoy en 54 cursos a lo largo y a lo ancho de todo el País con la más variada diversidad de ideales que enriquecen su existencia; y que Dios junto a nuestro Padre Fundador pensaron para regalar a las Familias y la Iglesia.
Tanti fue, es y será en nuestra memoria eso, el aguinaldo divino, un adelanto de cielo, una fiesta de los vínculos. Ver las caras de antes, las de siempre y las nuevas, las que aseguran que el fuego no se apague.
Gratitud a Dios por estos 40 años, gratitud hacia quiénes hicieron posible este momento de alegría compartida y a quiénes día a día sostienen a la Federación Apostólica con su oración, testimonio y esfuerzo por la Santidad de la Vida Diaria
La invitación para los tiempos que vienen es rezar los unos por los otros, para que seamos sembradores de Esperanza, constructores de Familias Santas porque es nuestra Herencia y Misión para el mundo de hoy.
Estela y Carlos (Los Moisés)
Curso “Vida Nueva”
Región de los Vínculos.
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