El 18 de Octubre en Ibadan, Nigeria

Es imposible contar tantas cosas que han pasado en estas últimas semanas y en estos últimos días! Todos hemos podidos seguir de una u otra manera las celebraciones centrales de Schoenstatt en el Jubileo de los 100 años de la Alianza de Amor. Pienso que todos nosotros, los que no estuvimos físicamente allí, nos supimos y nos sentimos presentes. En un momento culminante de la celebración de Alianza, el guía dijo más o menos estas palabras: 

“Este es el día que hizo el Señor! Verdaderamente, este es el día que el Señor hizo 100 años atrás, el 18 de octubre de 1914. Y este es el día que hizo el Señor hoy, este 18 de octubre de 2014! 

Entonces estaban el P. Kentenich junto con los jóvenes congregantes frente a nuestra Mater – hoy es nuestro turno, hoy estamos nosotros, cara a cara con nuestra Mater, para decir nuestro Sí.” Y fue así. Personalmente siento que estuve ese día en el Santuario 

Original, juntos a cada uno de ustedes. Como 100 años atrás aquellos jóvenes, esta vez estábamos nosotros!

Y eso fue lo que vivimos en el Santuario de la Victoria, Ibadan, Nigeria, donde además de los 100 años de Schoenstatt celebramos los primeros 10 años de nuestro Santuario. El programa comenzó el viernes por la tarde con una cantata en honor de la Mater, con muy buenos y reconocidos coros de la ciudad: “me llamarán feliz todas las generaciones”! El Santuario y el parque alrededor se habían vestido de fiesta: luces de colores y flores de más colores aún embellecían el lugar.

El día 18 comenzó nuevamente con himnos marianos y un “Rosario de la Alianza” especialmente preparado por nuestros estudiantes. El P. Paschal motivó a los presentes con una charla sobre el sentido de “tu alianza, nuestra misión”. Durante el día hubo varios programas alternativos: mientras en grupos podían recorrer varios lugares especiales de nuestro terreno (5 “estaciones” de nuestra historia – lugares que nos hablan: la primera antigua ermita, la gran Cruz de la Unidad de la capilla, el busto del Padre, la tumba de uno de nuestros estudiantes que falleció el 2007 y el Santuario),

otros podían ver varios “álbumes” o “gallerías”: 100 años de Schoenstatt, Schoenstatt en Nigeria y la gallería de nuestros héroes; y otros hacían adoración por grupos en el Santuario o podían aprovechar la posibilidad de confesiones. La lluvia no faltó, pero no pudo apagar el entusiasmo y la alegría de todos.

El momento culminante fue la misa y celebración de alianza por la tarde (tres horas exactas solamente!). Me tocó presidirla, mientras el P. Paul dio una hermosa y encendida homilía. Simultáneamente con la celebración en Alemania y en parte con los mismos textos y oraciones celebramos la alianza de amor. Unas 43 personas de distintas ramas sellaron la Alianza por primera vez. Para la Familia aún pequeña de Nigeria un hito importante. La emoción se percibía en los rostros y en las lágrimas, en el profundo silencio cuando cada uno rezó su oración. Todos los peregrinos recibieron una tarjeta: en una mitad, al reverso del cuadro de la MTA, estaban las palabras centrales del Acta de Fundación, con la firma del Padre y un lugar para poner su propia firma, signo de la alianza. Esta mitad la llevó cada uno a su casa. En la otra mitad cada uno escribió “qué agradezco, qué ofrezco, qué pido” y luego de rezarlo, en el 

ofertorio cada uno puso esta mitad en las tinajas del Capital de Gracias, las que fueron quemadas al final de la misa. Aquí está lleno de niños: ellos rodearon el altar para rezar el Padre Nuestro y luego recibir y llevar el saludo de paz a todos los presentes. En Nigeria no hay fiesta sin canto y baile. La danza es el lenguaje de la alegría y la alabanza. Espontáneamente al final de la misa todo el mundo bailaba – no había forma de pararlos (yo “censuré” algunas fotos que me tomaron por pudor criollo).

El día finalizó con una obra teatral preparada con mucho esfuerzo y calidad por nuestros seminaristas sobre la historia de fundación (con ayuda técnica del P. Manu López Naon, que estuvo meses atrás por acá y preparó algunos videos breves). Excelente en verdad!

Mientras el sábado el acento fue la Alianza, el domingo estuvo puesto en el Santuario, y 

en “nuestro” Santuario de la Victoria. Fue la primera visita del nuevo arzobispo de Ibadan, Mons. Gabriel Abegunrin. La misa fue muy solemne y hermosa. Como 10 años atrás, el obispo roció el Santuario con agua bendita y luego a los fieles. Como símbolo de las gracias que fluyen del Santuario cada peregrino recibió al final un pequeño recipiente con agua bendita para llevar. Hubo dos momentos culminantes: después de la comunión renovamos la alianza con un rito muy lindo y  el cuadro (restaurado) de la Mater que presidió la misa afuera, fue nuevamente entronizado en el Santuario. 

La emoción se expresaba en los rostros, en los pañuelos de Schoenstatt revoloteando en el aire, en los cantos y campanadas. Después siguió otro momento especial:

la bendición de un busto del Padre Fundador, que fue el regalo que los estudiantes de nuestra casa quisieron hacer por los 100 años de Schoenstatt. El obispo siguió muy atentamente los ricos textos de la celebración y luego de bendecir la estatua tomo las manos del Padre y se dirigió a él pidiendo que podamos seguir su ejemplo de santidad. Nos impresionó a todos su actitud de fe y tan abierta. El obispo sin duda no esperaba encontrar la familia que encontró. Le impresionó ver una comunidad tan “vibrante” (como lo expresó), no sólo una comunidad de sacerdotes y seminaristas, sino de laicos, familias y jóvenes. 

Es tradicional después de la comunión que grupos determinados hagan una procesión de acción de gracias (Thanksgiving), naturalmente bailando y trayendo su ofrenda en gratitud. Esta vez fueron varios grupos, acompañados por todo el mundo: nuestro jardinero – con su mujer y sus tres niños – que hace 10 años también empezó a trabajar acá, los seminaristas más jóvenes que hicieron su alianza el sábado, varios ex-seminaristas nuestros que como grupo quisieron agradecer a la Mater y renovar su alianza, los jóvenes de la JF y JM. Y todos – varones y mujeres – vestidos con una tela especial que se hizo para el jubileo (es común acá para grades eventos hacer una tela conmemorativa que usan como uniforme, como podrán ver en las fotos).

Al relato de lo sucedido habría que agregar testimonios personales de muchas personas, realmente tocadas profundamente. El impacto del obispo. La visita de muchos sacerdotes, seminaristas y religiosas de otras comunidades amigas (dominicos, carmelitas, oblatos de San José, misioneros africanos, siervos de la caridad, y religiosas de varias comunidades). Y por supuesto los peregrinos y misioneros de la Campaña de la Virgen Peregrina que vinieron de diferentes partes del país.

Naturalmente no se puede comparar con las celebraciones centrales en Schoenstatt y en Roma, pero para el movimiento incipiente en Nigeria fue sin duda una hora de gracias, que marcó su presencia en la Iglesia local y su identidad como Familia de Schoenstatt.

En la noche del 18, a solas en el Santuario, le dije a la Mater de corazón: “Gracias por todo!! Aquí estamos, para lo que quieras!” Sentía que estaba en el Santuario Original. Como 100 atrás, al comienzo de un nuevo siglo…


P. Juan Pablo Catoggio

Santuario de la Victoria, Ibadan, Nigeria


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